Las firmas en las ferias, el aplauso del público y de los jurados, las reseñas elogiosas: si alguien fantasea que eso es en lo que piensa un autor, se equivoca. Y no lo digo yo, lo dice Alejandra Laurencich en esta sesión de “El proyecto al libro”, ella que, sí, vive todo eso y recibe mucho reconocimiento. Si algo rigió en esta charla, es la conciencia de que el placer de la escritura está precisamente en el acto de escribir, y que entregarse a ese compromiso es lo único que importa.
Como siempre, acá un punteado caprichoso de momentos luminosos y dos reflexiones.
- Qué hacer cuando una idea de cuento se vuelve muy “conceptual” [11:04 min]
- El armado de un libro de cuentos [17:41 min]
- Obsesiones de escritora [28:50 min]
- El momento de mayor tensión en el proceso creativo [32:55 min]
- ¿Por qué reescribir una novela ya publicada? [01 h 02 min] (me fascinó el enlace que genera con esta otra charla con Inés Garland)
Los tiempos de la escritura
“No hay ideas imposibles de escribir”, dice Alejandra en un momento de la charla, y ahí se abre toda una reflexión sobre el trabajo y el tesón. Me quedé pensando en la relación con el tiempo que impone la literatura. Sin duda no es una tarea apta para ansiosos. Volver sobre un texto que creíamos cerrado y descubrir que todavía se puede profundizar más. O lo otro, dejar reposar un texto, reconocer que tal vez o no tenemos aún las herramientas necesarias o que quizás no tenemos tan claro como pensábamos qué queríamos lograr con ese texto. Tener la paciencia de que la historia macere, irnos aproximando de a poco, con la certeza de que sí, en algún momento lo lograremos, pero no es en una semana o en dos; todo un aprendizaje en los tiempos que corren de satisfacción inmediata, de videos que tienen solo tres segundos para convencernos de que nos quedemos viéndolos. Amo eso de la literatura, reconozco, ese espacio de resistencia, de invitarnos a otro tiempo, o otros ritmos.
¿Cuándo soltar una historia?
Conozco a Alejandra hace más de veinte años y sin embargo no sabía esa historia sobre Días sin gris, ni tampoco me enteré hasta esta charla que esas mil páginas primigenias luego se convirtieron en Las olas del mundo. Pero creo que hay una gran enseñanza ahí: a toda historia le llega su hora, pero tenemos que (oh, sí, de nuevo), darnos y darle el tiempo necesario.
Eso también implica algo muy difícil de hacer: soltar una historia, pasar a lo que sigue. Me encanta eso que dice ella de “lo que yo quería era escribir”, por eso cuando Liliana Heker le dice sobre qué quiere trabajar, opta por seguir con una novela nueva. En su caso fue algo natural, seguir escribiendo para aprender, después ver qué iba a hacer con esa historia. Estuvieron los cuentos, la siguiente novela, dos colecciones más de cuentos y recién ahí encontró esa primera novela un lugar.
Entender que lo que importa es el proceso y no el producto (el libro cerrado) es, para mí, la gran clave que destraba todo. Eso que otro momento de la charla ella llama “la llave para pasar del otro lado”.
BONUS TRACK
Si querés saber más sobre otras maneras en que piensa Alejandra la creación de un cuento, podés pasarte por esta entrevista que le hicimos en 2017 en el Seminario de Escritura Creativa de la Facultad de Filosofía y Letras (UBA). A partir de 06:15 min podés escucharla hablar de la construcción de “De rodillas” y de los relatos en general.
Fe
Descubrir
Aprender.
Felicitaciones ‼️
Gracias, Gloria. Un gusto que te pases por acá.