Venía muy embalada con la serie de charlas “Del proyecto al libro” (la última fue con Federico Falco, que podés ver acá), pero me dieron ganas de darle cierto giro al tema, porque me di cuenta de que estábamos centrándonos en lo que autores ya con obra detrás contaban de su proceso creativo. Quise pasar del otro lado del mostrador y conversar con otras personas que den talleres para compartir experiencias sobre los mayores obstáculos a la hora de encarar un proyecto de escritura que observamos en quienes trabajan con nosotros. Nadie mejor para inaugurar esta serie que Cecilia Maugeri, que tiene una vastísima experiencia en acercar a las personas a la creatividad.
Como siempre, un punteadito de momentos que, caprichosamente, me parecen luminosos, dos reflexiones mías a posteriori y un bonus track. Aclaro que la grabación está con eco en mi voz. Consulté con especialistas, pero no hay manera de salvar eso. Después de un rato no molesta (tanto), creo que la charla es lo bastante poderosa para sobrepasar esa molestia.
- La importancia de los borradores [11:06 min]
- No dejarnos afuera a nosotras mismas [13:28 min]
- La escritura como una relación amorosa [45 min}
- No vayas en contra del texto [1 h 05 min]
La fantasía del proyecto sin la práctica:
Yo me he encontrado mucho con el miedo a encarar la escritura como proyecto, pero no tanto con eso que cuenta Cecilia y que, sin duda, es un gran problema: creer que se puede afrontar un proyecto sin tener antes la práctica de escritura. Es decir, es la fantasía de “este año sí escribo la historia de mi familia” o “mis memorias” o “con todas esas anécdotas que tengo, seguro puedo escribir un libro”. En sí mismo el deseo está muy bien, el problema es cuando se pone el carro antes del caballo, creer que basta con el deseo y sentarse una determinada cantidad de tiempo (en general un par de meses) para escribir un libro. Para mí, el gran problema está cuando lo que interesa es más el producto (“escribí un libro”) que el proceso en sí. Quien no ama el proceso (y por ende lo aprende y lo respeta), nunca va a obtener los resultados.
Pensaba que vivimos tiempos en los que eso se exacerba todavía más: todo es ya, para la foto, para las redes.
El arte como autoconocimiento:
Cada vez me convenzo más que sin mirar adentro es difícil generar algún hecho artístico que valga la pena. Hay una búsqueda que conlleva siempre un riesgo (el de no gustar, el de que no lo quiera leer nadie, el de no estar a la altura del desafío) y quien está más anclado en su ego no va a querer pasar por esa exposición. El que no arriesga no gana, dice el dicho, pero para eso, primero, hay que estar listas para perder sin creer que por eso somos “un fracaso”.
Bonus track
Si te quedaste con más ganas de Ceci, acá podés ver este video sobre cómo ella piensa el proceso creativo, tomando de ejemplo su libro Caballos.